BLACK FRIDAY O CONSUMO IRREFLEXIVO
No es mera casualidad hacer coincidir nuestra nueva entrada en el blog con esta fecha que cada año se está haciendo con más adectos.
Buscando el origen del término, hemos encontrado varias referencias:
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Se dice que el nombre se deriva de tiempos de esclavitud, donde los esclavos negros eran vendidos a bajo precio para poder salir de ellos y traer otros nuevos para Navidad.
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La primera vez que se utilizó este término data del año 1869 cuando un 24 de septiembre, dos financieros de Wall Street no consiguieron obtener beneficios y el mercado entró en Bancarrota.
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Tras un año de pérdidas muchos estadounidenses daban el día libre a sus empleados el día siguiente a Acción de gracias, día que las familias aprovechaban para hacer compras y ello hacía que las tiendas pasasen de números rojos a números negros, a beneficios.
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Otra versión es que el término se acuñó en Filadelfia, dónde se utilizaba para describir el denso tráfico de gente y vehículos que abarrotaban las calles al día siguiente de acción de gracias y fueron los policias encargados del tráfico los que comenzaron a utilizar este término en el año 1961.
Independientemente de su origen, nosotras nos preguntamos año tras año, si es necesario la existencia de este día en nuestras vidas. Nuestro recuerdo del mismo es de hace 4 ó 5 y evidentemente nunca hemos participado como consumidoras en el mismo.
Creemos que es otro día clave para las grandes empresas tecnologícas, de moda, grandes centros comerciales y grandes plataformas online las únicas beneficiadas de este día, ya que los pequeños comercios más que un beneficio sólo podrán sumar “problemas” a su ya complicada economía, si quieren competir con los “grandes potenciadores del consumismos global.
A cuántas fechas ha de hacer frente el pequeño comercio para estar “a la altura de los grandes”, y finalmente, lo único que conseguirá es el cierre de su negocio, es inviable poder ofrecer precios cuándo los costes son tan dispares. Los pequeños sobrevivimos mientras que los grandes cada vez se hacen más ricos.
No hace tanto que los comercios marcaban sus precios, y al final de cada temporada se realizaban las rebajas. Ahora encontramos mil y un día en el que nos bombardean, sino haces el regalo por “el día del padre” “el día de la madre” “San Valentín” “el día de la mujer trabajadora” “el día del soltero”… parecemos hasta “malas personas”. Estamos convencidas de que el consumismo del que estamos siendo testigos nos está ya pasando factura, no sólo a niveles ecológicos, sino también a niveles psicológicos, en las relaciones con nuestros hijos y todo aquel que esté inmerso en el mismo.
Parece que la única forma de diversión sea alrededor de un gran centro comercial, o tener el último modelo de tal o cual marca de ropa o móvil… y si no es así, nos afecta tanto, que llega a incluso a ser un problema para compartir nuestra vida con nuestros amigos y familiares. “En serio que tú no tienes el abrigo verde de…,no me lo puedo creer!!!”
Y desde Sin + underwear nos preguntamos, seguro que es ésto lo que nos hace feliz, lo que queremos, nuestra manera de disfrutar de un viernes cualquiera; atascos, sin sitios dónde aparcar, colas interminables en probadores, cajas, tropezando con gente, empujones, frustración por no encontrar el artículo que queríamos,
Nosotras tenemos otra propuesta: Sal con tus amigos y/o familiares el viernes negro fuera de las ciudades, pasa el día en el campo o en algún parque, rodeada/o de naturaleza. Si no te es posible, otro plan puede ser pasar una buena noche con los tuyos en casa, o viendo esa película, para la que nunca tienes tiempo, o leer ese libro que dejaste a medias, y sino… APAGALO TODO Y HAZ LO REALMENTE IMPORTANTE, PRESTA ATENCIÓN A LOS TUYOS, ESCUCHAR, CONVERSAR, DISFRUTAR DE UNA AGRADABLE CENA, eso si es un buen plan para un viernes cualquiera.